Julio César Chávez Jr. rompió el silencio y dijo que sólo tomó una infusión para relajarse. Avisó que pagará la multa del CMB, pero que no irá a una clínica de rehabilitación. Y le pidió a Maravilla Martínez: “Quiero la revancha”.
Julio César Chávez Jr. dio la cara luego del doping positivo por consumo de marihuana tras la pelea con Sergio Maravilla Martínez en Las Vegas, que le valieron una multa de 20.000 dólares y la prohibición de subirse al ring por un año. El ex campeón mundial de peso mediano aseguró que no fumó estupefacientes en las horas previas al combate y que las pruebas dieron positivo por un té que había tomado para relajarse: "Nunca intenté hacer nada mal para nadie, jamás tomé ventaja de nada. Simplemente fue un error, porque hace cuatro años tengo un problema con los nervios. En california es medicinal y mi doctor me dijo que no había ningún problema y me hicieron un té para relajarme. No soy un drogadicto", contó en ESPN México.
Por otra parte, aseguró que no se rehusará a pagar el impuesto al CMB, pero que no asistirá a una clínica de rehabilitación. "La suspensión y la multa yo la pago, pero no soy drogadicto y no
saben lo que está pasando. Han dicho que yo tenía una enfermedad y que necesitaba rehabilitación. Pero si me hacen un examen, se darán cuenta de que soy una persona limpia. Una persona que va a rehabilitación es porque es adicta y yo no lo soy", añadió.
Finalmente, sentenció que su idea es ponerse a punto nuevamente y tener su gran revancha con Maravilla: "El boxeo es un deporte en el que, a pesar de que la gente me ve como el hijo de Chávez, se puede perder o ganar. No me tocó ganar, pero sí aprender. Me voy a preparar más duro, voy a volver y a salir vencedor. Quiero la revancha", cerró.
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