Rafael Nadal cae derrotado en dos horas y 13 minutos (6-2, 6-0 y 7-6 (5) por el tenista Tomas Berdych. "Llegar a cuartos no es un mal resultado, es una realidad", admitió el tenista balear.La aventura de
Rafa Nadal en Melbourne concluyó en los cuartos de final. Allí se topó con
Tomas Berdych, el mismo al que había derrotado en sus últimos 17 duelos. Bajo el ardiente sol australiano, fue víctima del formidable estado de forma del checo y consciente, una vez más, de sus limitaciones físicas. En dos horas y 13 minutos (6-2, 6-0 y 7-6 (5), con un rosco incluido en la segunda manga, Nadal bajó la vista al azulado suelo de la Rod Laver antes de estrechar la mano a su rival. Después de haber salvado hasta tres bolas de partido, eso sí. Era el punto final de un sufrido episodio en Australia.
Nadal llevaba 17 triunfos consecutivos contra Tomas Berdych desde hace nueve años, y vio su racha triunfal cortada de forma fulminante, arrolladora, por el juego destructivo de Tomas, que estrena este año entrenador con el venezolano Daniel Vallverdu, que colaboró con el británico
Andy Murray, y que se ha colocado el primero en la penúltima ronda y sin ceder un set en cinco partidos.
Ya lo había dicho Toni Nadal en la previa "la historia te sirve de poco a veces, pero no es definitiva", lo que vale es el día a día. "No quiero llamar al mal tiempo pero también habíamos ganado trece veces a Verdasco y perdimos", recordó, "tú ganas hasta que dejas de ganar. Si has ganado 16 o 17 no cuenta para mañana, el historial favorece pero no es más que eso", expresó a EFE.
Premonición o no, lo cierto es que Nadal se enfrentaba por primera vez este año de forma oficial a un jugador situado entre los diez primeros, y el test le salió caro, y pudo ser incluso peor y encajar la peor derrota de toda su vida en el Grand Slam (semifinales del Abierto de Estados Unidos 2009, cuando solo ganó seis juegos 6-2, 6-2 y 6-2 ante el argentino Juan